Único, irreverente y con una personalidad
arrolladora. Overkill fue toda una sorpresa para los amantes de los
juegos de pistolas cuando fue lanzado en Wii. Ahora llega este Extended
Cut con una versión ampliada y renovada para PS3 que será imprescindible
para cualquier amante de un subgénero que no vive su mejor momento.
El estudio pronto empezó a demostrar que, aunque pequeños, humildes
y sin ninguna experiencia previa en el género, tenían algo importante
que decir con Overkill. Algunas hilarantes promociones previas empezaron
a captar la atención de los jugadores y a mandar el mensaje de que ahí
había algo digno de atención. El vehículo para lograr esa hazaña con un
juego de pistolas y exclusivo de Wii, pugnando por atención entre tanto
shooter HD de presupuestos multimillonarios, fue utilizar la estética de
la película Grindhouse, ese homenaje que se marcaron Tarantino y Robert
Rodriguez al cine más absurdo, chusquero y cutre de los 70,
producciones ultrabaratas que reflejaban todo un submundo de sexo,
horror, kung fu y persecuciones de coches, entre otros temas. Headstrong
había encontrado su estilo.
Pero la estética además vino acompañada de una gran ejecución, Overkill
resultó en un desternillante viaje de excesos, humor, terror y palabras
malsonantes, plagado de estereotipos y con una confianza aplastante en
lo que estaba haciendo: un juego puramente arcade, con un brillante
sentido del humor y sentido de la parodia magistral. Es cierto que tenía
muy poco que ver con la saga que tomaba el nombre y su 'historia' -que
tampoco es que haya sido nunca gran cosa-, con sólo algunos pequeños
guiños como la inclusión de un joven y desatado Agente G, pero
precisamente por eso logró destacar y entretener en medio de un
torbellino de locuras, momentos inesperados y muchos disparos. Todo
aderezado con una banda sonora magistral que terminaba de fijar el
ambiente del juego.
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